Hace tiempo que el tener un abuelo o un padre calvo, automáticamente se interpreta por muchos hombres como la prueba inequívoca de que será la tercera generación es sufrir de alopecia. Pero en lo que se refiere a las causas y orígenes de la alopecia hereditaria, hay que tener en cuenta otros factores genéticos, muchos desconocidos.
Este es el caso del cromosoma X, que juega un importante papel en todo este proceso. Está ligado de manera íntima con el gen receptor de andrógenos, vital en el desarrollo de la calvicie. Resulta que este es un cromosoma hereditario, pero no por la parte paterna, sino que viene de la madre. Resulta que en la ecuación para saber si sufriremos alopecia en el futuro, también hay que contar con el abuelo materno.
Con el mero hecho de la observación de nuestro árbol genealógico no se puede saber que probabilidad de sufrirla se tiene. Hay veces que este gen se salta generaciones y otra que aparece en varias seguidas. Hay métodos que trabajan con certezas para saber la probabilidad de ser calvo de manera más fehaciente.
Uno de estos métodos es el del test de alopecia. Se trata de una prueba genética de alopecia androgenética en hombres y una de sensibilidad a andrógenos en mujeres. A través de unas muestras de ADN se puede conocer de manera precisa la predisposición a padecer alopecia que se tiene.
Por tanto, vemos como otro mito más sobre la caída del cabello resultar ser falso o al menos incorrecto. Si bien es cierto que nuestro material genético por parte de padre es importante, no hay que desestimar la genética materna, ya que se ha demostrado que también tiene un papel importante en la futura calvicie o no.
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