La tos no es más que un mecanismo de defensa del organismo frente a los agentes externos. Por tanto, aunque molesta, se trata de una aliada de nuestro sistema para ayudar a despejar las cías respiratorias. Partículas de polvo o cuerpos extraños que se expulsan hacia el exterior con gran cantidad de aire procedente de los pulmones.
Por qué se produce la tos
Es un reflejo que puede ser o no voluntario. La glotis se contrae hasta cerrarse, manteniendo así en los pulmones y el cavidad torácica una gran cantidad de aire. Esto, provoca que se produzca la contracción del diafragma, la apertura de la glotis y la expulsión de aire hacia el exterior, produciéndose así la dichosa tos.
Causas de la aparición de la tos
– Tos por los estímulos ambientales: como pueden ser el polvo o los ácaros. Normalmente suele ser síntoma de una alergia permanente, estacional o porque se produce una exposición a zonas con mucha contaminación. Evitar a toda costa entrar en contacto con zonas donde existan residuos químicos como puede ser el humo o los gases tóxicos.
– Tos por inflamación: las vías respiratorias se hinchan para dificultar el paso del aire, pudiendo provocar dolor la aparición de la tos. Estos síntomas son propios de enfermedades como el resfriado común, asma, neumonía, gripe, fibrosis o cáncer de pulmón.
– Bruscos cambios de temperatura: que pueden provocar la aparición de la tos, al igual que cierto tipo de factores emocionales como la aparición de la ansiedad, nerviosismo o tics.
– Tabaquismo: evidente su influencia en la aparición de la tos. El consumo de drogas, y el tabaco lo es, favorece la aparición de una tos que puede convertirse en crónica. Cabe recordar que el tabaquismo pasivo también puede acarrear la aparición de la tos.